En un puente del cauce antiguo del Turia, en Valencia. Vamos, lo que es llamado «el río», pero solo tiene tierra y campos de fútbol. Candados en la barandilla del puente, a lo Moccia, y una pareja joven:
– (Ella) Pues hay uno en Italia que está tó lleno.
– (Él) Pues hay que ser gilipollas pa hacer esto.